Él nos ama igual.

Hablemos de su AMOR.
Inigualable.
Si en algún momento creí que el amor entre las personas es lo más grande y poderoso que podemos experimentar en la vida, es que todavía no había sentido el amor de Dios por mí.
Ése sí que le gana a cualquiera:
Constante, incondicional, profundo, y verdadero. Es el tipo de amor que te sobrepasa.
Trato de ponerlo en palabras textuales, pero de alguna forma no me puedo; no me alcanzan!

Sé que no soy ni voy a ser merecedora de esto nunca; ni hablar del hecho de que le sigo fallando y Él sigue firme con los brazos abiertos.
Me siento abrazada cada mañana cuando me levanto y leo su Palabra. Cada vez que lo conozco más, más quiero pertenecerle. No soporto la idea de estar sin su cuidado, no puedo darme el lujo de imaginarme feliz fuera de su presencia.

Hoy me levanté angustiada. Me tenía mal el hecho de sentir que no le hablo a la gente de su amor como Él está esperando. Me siento defraudada de mi misma; y lo que es peor aún, siento que lo defraudo a Él.
Sin embargo, Él me alienta a seguir adelante. Me da infinitas chances de empezar denuevo. Nunca se cansa de mis altibajos.
Sólo puedo y quiero dar gracias por el privilegio de su amor.

Tema por tema: Una cosa a la vez.

Todos tenemos una historia por contar.

En algunos casos, esas historias son mas turbias, o mas conmovedoras que otras.
Yo solía pensar que mi vida nunca había sido fácil, incluso me vivía quejando de lo que me había tocado vivir.
Siempre con los "¿porque a mi?" en la punta de la lengua.

Y claro, con toda la razón del mundo, hay cosas que simplemente no tenemos cómo ni porque justificar.
Hay hechos en nuestras vidas que desearíamos nunca hubieran tomado lugar. Hechos que nos marcaron para siempre, personas que nos lastimaron una y otra vez y que capaz no fuimos capaces de superar hasta el día de hoy.

Pasé por eso. Estuve ahí, y sé de que se trata.
Creo que pasaron unos 16 años hasta que empecé a entender las cosas un tanto más allá de lo que podía ver a simple vista.
Después de meses y meses de sentirme rencorosa, lastimada y con mil preguntas encima mío que nadie me podía responder; entendí algo que es fundamental.

Siempre me habian dicho que Dios te podía sacar de la depresión, que podía aliviar el dolor por el que uno a veces pasa por esas cosas de la vida.
Pero de alguna forma, no me sentía identificada con esto. Si había algo que para mí era verdad hasta ese momento, era que Dios era el culpable de todo lo que había tenido que pasar a lo largo de los años.

Esto se pone interesante, cuando -no sabría decir bien cómo ni cuándo- me volví capaz de ver la situación de otra forma, cosa que un tiempo después me ayudó a superar las marcas que me habían dejado esos hechos desagradables.

Entendí que gracias a que yo había pasado por todo lo que pasé, hoy siendo una persona recuperada de los porrazos que me pegué en el camino, podía entender y ayudar a gente que habia pasado por lo mismo que yo,o por alguna situación parecida.

Y es que no es lo mismo querer ayudar a un amigo cuando no sabés lo que se siente, a cuando lo podés ayudar porque ya pasaste por ahí.

Partamos de que es necesario poner un Stop al sufrimiento en algún momento de la vida. Claro que siempre hay cosas que sobre llevar. La vida dejó de ser color de rosas cuando...Ah no!, cierto. Nunca lo fué.

No soy ni nunca fui parte de la gente que dice que el sufrimiento es parte de la vida y que tenemos que aceptarlo. No porque no crea que es parte de la vida, sino porque sé que EXISTE una forma de aliviarlo.

Empecé a orar de otra manera (orar = hablar con Dios, algo que hice desde que era chica). Ya no le recriminaba a Él todo lo que tenía atragantado; ahora había cambiado de mecanismo, de estrategia para dejar atrás el dolor.
Cada vez que me iba a dormir, le pedía que me sacara el peso de las cosas que me hacían mal, de la gente que no podía perdonar, o de los hechos que no podía olvidar, de encima mío. Que me liberara de todo eso.
Al fin y al cabo, ¿a quién no le gusta sentirse libre?
Puedo decir que este "cambio de chip" que me autodispuse fue clave en mi avance emocional.
Una vez que fui capaz de perdonar y dejar atrás lo que estaba siendo la piedra con la cuál siempre volvía a tropezar , me di cuenta de que ahora había algo muy importante para hacer; ayudar a la gente que estaba pasando por lo mismo que yo!!!(no hay que ser egoísta che.)
Ya que sabía como se siente, podía darles una mano; pasarles mi "fórmula mágica" para calmar el dolor y seguir adelante.

Eso es lo que estoy haciendo.
Quiero compartirles lo que mejor me hizo cuando peor estaba.
Hablé con Dios. Le pedí que cambiara todo lo que andaba mal adentro mío. Que sacara afuera todo lo que me impedía caminar para adelante.

Tengo que contarles algo, muchas veces, la situación que nos tiene de determinada forma parece no cambiar...a veces incluso no lo hace, o eventualmente cambie después de mucho tiempo. Pero si hay algo para rescatar de todo esto, es la oportunidad que tenemos en nuestras manos de apartarnos de ese dolor, y salir a flote.
¿Cómo?
Y..no sé...Sólo Dios sabe cómo actuar, y qué hacer puntualmente en la vida de cada uno para ayudarnos.
Yo por mi parte, solo puedo dar fé de que tomar ese paso SIRVE.

¿De quién les hablo?

A veces uno va a una fiesta, a una reunión de amigos, incluso a una reunión familiar acompañado de alguien que recientemente - o desde ya hace mucho tiempo - sentimos se transformó en una persona escencial en nuestras vidas.
¿Qué es lo primero que hacemos cuando estamos en una situación así?
...
Presentarle a nuestros familiares/amigos a nuestro buen amigo!

Y ESO es exactamente lo que yo voy a hacer en este caso.
Claramente no estamos en una fiesta, y mucho menos en una reunión de ningún tipo, pero quiero darles a conocer (en este mini espacio que creé para mi misma y para los que quieran ser parte de él) a quien podría llamar "La persona más importante de mi vida".

Si...hablo de un hombre. Y no de cualquier hombre; de uno que me hace feliz...
No se preocupen, no es tan cursi como suena! El hombre del que les hablo se llama Jesús. Y su historia comienza hace exactamente unos 2009 años atrás.

Estoy más que segura que la mayoría de los que lleguen a leer esto ya escucharon algo de esta persona a lo largo de sus vidas en algún momento. Y es más, tal vez escucharon hablar de él y por motivos más que autoconvincentes decidieron no prestarle atención...o incluso negar su existencia!

Bueno. Nadie es quién para juzgar los motivos de cada uno para creer o no creer en algo. Pero aprovecho que este es mi espacio personal para dar mis motivos de PORQUE YO ELIJO CREER.

Vamos a lo básico. ¿Creo en alguién que aparentemente no conozco y a quién no puedo ver?
Suena loco...Pero SI!
Y les cuento porque: En esta parte del asunto, es donde se involucra lo que todos conocemos como "Fé".
Si, creo en alguien que no veo, PERO NO QUE NO CONOZCO. Creo en alguien que no veo, pero que siento más que REAL en mi vida, dia a dia.

Así como hay gente que cree que sus seres queridos después de morir los están mirando desde el cielo; yo creo que Jesús vino a esta Tierra con su propósito divino, el cual llevó a cabo con excelencia por amor a Dios (su Padre) y el cual se puede simplificar en SALVAR A TODO AQUEL QUE CREA, Y QUE LE AME DE VERDAD.
Murió, sufrió y resuscitó por mi, por vos, y por todos nosotros, sin excepcion de persona alguna. ¿Para qué? Para justificar nuestros pecados delante de Dios..para hacer de "puente" entre nosotros y Dios, y convertirnos en sus Hijos (y créanme, una vez que lo entienden, es todo un privilegio!).
Dios es quién nos saca del pozo, o del abismo en el que nos encontremos en este momento.
Es el mejor amigo que podés encontrar...¿Sabés porqué? Por que Dios no es humano; por lo tanto simplemente no tiene esa capacidad que todos nosotros los humanos sí tenemos de mentir, engañar, lastimar y defraudar.
Dios no es un personaje místico como muchos libros o personas cuentan.
Dios está tan presente y cerca de nosotros y de nuestras vidas como nosotros le permitimos y es más real a medida que nos abrimos más a Él. Casi como un proceso inevitable.

Estoy convencida de que Él espera minuto a minuto a que alguien más lo conozca y quiera ser su hijo, por MEDIO del reconocimiento de Jesús-su Hijo hecho hombre- como quién nos salvó de nuestro pecados, para poder sacarnos del dolor que sufrimos en el mundo... para cuidarnos y enseñarnos lo más importante que tenemos por aprender en esta vida, que es PARA QÚE ESTAMOS ACÁ.